¿Qué es una Open Banking API?
La Interfaz de Programación de Aplicaciones (API) abierta es una revolución tecnológica en el sector financiero y bancario
La Interfaz de Programación de Aplicaciones (API) abierta es una revolución tecnológica en el sector financiero y bancario. Sin embargo, al día de hoy existen algunos problemas que impiden que esta revolución dé el siguiente paso: las entidades financieras siguen utilizando interfaces y backends personalizados, privados, cerrados y hasta patentados específicos para sus datos.
Actualmente, los consumidores esperan nuevas tecnologías y una mejor experiencia digital en todas las plataformas, que deben interactuar con los sistemas heredados. Desafortunadamente, reemplazar un código heredado es costoso, arriesgado y requiere mucho tiempo.
Una API abierta, también llamada API pública, proporciona a los desarrolladores acceso a nivel de programación a un software patentado o a un servicio web. Aunque una API abierta puede ser de uso gratuito, su editor puede restringir la forma en que se utiliza la misma.
Las Open Banking APIs permiten crear un vínculo entre lo antiguo y lo nuevo, lo que aumenta la vida útil de los sistemas existentes. Hay que pensar en una API como un traductor para una aplicación, es decir, transforma los datos entrantes y salientes en un formato que otras aplicaciones y API compatibles pueden comprender.
Beneficios de las Open Banking APIs
Una Open Banking API busca establecer una capa de API estándar, que garantiza una forma segura y consistente de intercambiar y administrar información.
Los datos financieros compartidos pueden comprender desde estados de cuenta y registros de transacciones de los clientes de la entidad financiera en cuestión. Estos datos financieros no pueden estar disponibles de forma abierta, sino que solo se comparten a petición del cliente. La Open Banking proporciona los marcos legales y la infraestructura tecnológica para que se produzca dicho intercambio de contenido. Además, mantenerlo fácil de implementar y seguro permitirá una expansión rápida y sin esfuerzo de los servicios financieros.
Para las instituciones financieras, se han desarrollado algunos estándares API y protocolos de datos en los últimos 20 años, algunos de los cuales se han actualizado y mejorado. Estos incluyen Open Financial Exchange, FinTS, EBICS, ISO 20022 y FIX. Estas entidades pueden desarrollar nuevas aplicaciones y servicios abriendo sus APIs a terceros.
Las Open Banking APIs se han utilizado para conectar a los desarrolladores a las redes de pago, mostrar los detalles de facturación en el sitio web de una institución y emitir comandos a proveedores externos. Las APIs también son necesarias para el funcionamiento de la Banca como Servicio (BaaS). Este proceso de extremo a extremo conecta directamente a terceros y a las fintech con los sistemas de bancos, cooperativas, y demás entidades financieras.
Al compartir la información de los clientes a través de Open Banking APIs, las instituciones pueden comprender las necesidades de los clientes con mayor precisión, agregar datos de muchas fuentes, crear perfiles de clientes y pronosticar los servicios que es más probable que utilicen. También acelerará la incorporación de nuevos miembros, clientes o socios.
Ejemplos de Open Banking APIs
Las instituciones con APIs abiertas se encuentran avanzando aceleradamente, mientras que los que no lo están se están perdiendo nuevos clientes, ingresos e influencia en el mercado.
En América Latina, se está adoptando lentamente esta tendencia de Open Banking APIs. Por ejemplo, Chile, Perú y Argentina se encuentran en las primeras etapas, mientras que Brasil lidera, seguido de México. En Brasil, muchos están ansiosos por aprovechar los beneficios del Open Banking y están por delante de los requisitos de las entidades reguladoras. Más allá del cumplimiento, planean abrir APIs relacionadas con la apertura e información de cuentas, transacciones de divisas, recompensas, etc. Además, en Brasil se ha lanzado PIX, un sistema para la próxima generación de billeteras digitales con códigos QR interoperables y pagos instantáneos.
Sin embargo, México se convirtió en el primer país de América Latina en tener una regulación para el Open Banking. La Ley Fintech de 2018 obliga a más de 2.300 entidades a compartir datos. Pronto, se esperan especificaciones de las APIs sobre datos agregados y transaccionales.
Las Open Banking APIs también permiten a las instituciones financieras comercializar su infraestructura al ingresar al espacio BaaS y proporcionar servicios básicos a fintech y terceros. Pueden aumentar sus fuentes de ingresos a la vez que amplía el alcance de los clientes para todas las instituciones financieras, desde PYMEs hasta grandes empresas, se trata de una oportunidad que no deben ignorar.
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