¿Qué es el prejuicio bancario?
Los bancos son la piedra angular de la economía moderna
Son esenciales para las pequeñas y medianas empresas (PYMES) o pequeños negocios, y ofrecen una serie de beneficios, productos y servicios de líneas de crédito, préstamos, un lugar seguro para ahorrar dinero, realizar transacciones y demás.
Sin embargo, con necesidades y tendencias cambiantes, la banca tradicional tiene sus limitaciones. El prejuicio bancario es una de esas limitaciones. Es una discriminación involuntaria que ocurre cuando las PYMES dependen en gran medida de los bancos o asumen que son la única opción.
Esto se debe a los viejos hábitos, la conciencia limitada de otras alternativas existentes y la omnipresencia de estas grandes entidades.
Existen diversos prejuicios que pueden llegar a tener un impacto significativo en las PYMES. El prejuicio bancario puede resultar en que este tipo de empresas paguen mucho más, generen una gran dependencia con la entidad financiera, o perciban un acceso limitado a oportunidades financieras, factores que conducen a la desigualdad social y económica.
Tipos de prejuicios bancarios:
Dentro de la banca en sí, pueden ocurrir varios tipos de prejuicios. Esto no quiere decir que se aplique a todos, pero pueden afectar a su negocio, directa o indirectamente. He aquí algunos ejemplos:
- Prejuicio de préstamo: A las PYMES se les niega el acceso a créditos o préstamos debido a su situación financiera, o si los propietarios de las empresas tienen puntuaciones crediticias bajas o nulas.
- Prejuicio de servicio: Las PYMES pueden cobrar tarifas más altas; recibir un servicio deficiente o menos ágil según el tipo de cuenta comercial o el saldo bancario de la empresa.
- Prejuicio de inversión: A las PYMES se les niega el acceso o no se les muestran todas las oportunidades de inversión posibles; pueden recibir rendimientos más bajos o perder mejores oportunidades de inversión.
¿Cuáles son las alternativas para resolver el prejuicio bancario?
En todo el mundo, hay aproximadamente 25,000 bancos con licencia. Más allá de esto, existe un ecosistema de compañías financieras no bancarias (NBFC) que están reguladas, son de confianza y son utilizadas por millones de PYMES. No poseen una licencia bancaria tradicional, pero ofrecen productos y servicios similares, iguales o mejores que los que brindan los grandes bancos.
Por ejemplo, hay 60,000 bancos con cuasi licencia, cooperativas financieras, microfinanzas, oficinas de correos, plataformas de préstamos entre pares (P2P), empresas de productos básicos (por ejemplo, corredores/distribuidores, fondos mutuos, comerciantes de productos básicos), prestamistas hipotecarios y compañías de seguros.
Al ser éstas de menor tamaño o con un enfoque regional, impulsadas por las fintechs, aprovechando las tendencias digitales, la mayoría de estas entidades ayudan a las pequeñas empresas en vecindarios, ciudades y áreas rurales menos prósperos. Desempeñan un papel crucial en la demanda insatisfecha y desatendida, al dirigir el contacto de la oferta, eliminar intermediarios y proporcionar altos rendimientos para los inversores.
En Bankingly por ejemplo, nos ocupamos a ayudar a pequeñas y medianas entidades financieras para que puedan ofrecer mejores productos y servicios, más eficientes, más rápidos, un servicio centrado en cliente, que le permitirán mejorar sus vínculos con sus asociados a través de la adopción de canales digitales. Esto se traduce en una alternativa viable para aquellas personas que se encuentran desatendidas financieramente (aquellas personas no bancarizadas).
¿Cómo combatir el prejuicio bancario?
Investigar y explorar todas las opciones y alternativas posibles para comprender qué es lo que más le conviene a su negocio. Tomar tales decisiones de manera coherente y con toda la información sobre la mesa le permitirá obtener mejores resultados comerciales.
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