01 de Setiembre, 2021

Digitalizar las cooperativas en Paraguay: presente y futuro

La digitalización de los sistemas bancarios en Latinoamérica ha sido lenta aunque progresiva.

En países como Paraguay, donde el acceso a internet sigue siendo limitado, especialmente en las zonas rurales, y donde hay muchas cooperativas pequeñas con recursos más limitados, el proceso es aún más complejo.


Paraguay, el tercer país de la región con más cooperativas


Puede que Paraguay no sea el país más grande o el más poblado de Latinoamérica, pero cuando viene a las cooperativas, los paraguayos definitivamente se destacan. Actualmente, casi el 12% del sector financiero bancario corresponde a las cooperativas de ahorro y crédito, cifra que le valió a Paraguay un lugar entre los tres países de la región con el mayor número de cooperativas.

En la actualidad, existen más de 500 cooperativas de ahorro de crédito en el país, 79% de las cuales corresponden al tipo C, es decir que son pequeñas, y se encuentran a lo largo y ancho del territorio guaraní. Por el contrario, hoy operan 17 bancos en todo el territorio paraguayo, principalmente en zonas urbanas.


¿Por qué es tan lento el proceso de digitalización en el país?


Si bien el 100% de los bancos que operan en Paraguay ya cuentan con plataformas digitales para sus clientes, en lo que respecta a las cooperativas se estima que antes de la pandemia, solamente el 1% de las cooperativas contaba con una plataforma digital u ofrecía algún servicio en línea para sus clientes.

Muchas instituciones como Cooperativa Universitaria, Caja Mutual, Cosofam, 8 de marzo, Coomecipar, entre otras, ya cuentan con alguna modalidad de banca online o aplicaciones móviles para realizar transacciones en línea, pero la gran mayoría están estancadas cuando viene a las nuevas tecnologías.

Los motivos para esto son varios:


  • Son transformaciones consideradas como un costo, en lugar de una inversión. Si bien y en Paraguay la mayoría de las cooperativas son tipo C, con recursos más limitados, la inversión en plataformas y servicios digitales puede mejorar el alcance de sus servicios, simplificar la vida de sus clientes y potenciar sus ganancias.


  • Las empresas fintech locales ofrecen servicios limitados. Por el contrario, las empresas fintech internacionales tienen mayor alcance, tecnologías más avanzadas y servicios más diversos.


  • Conectividad a internet de los usuarios (especialmente en zonas rurales, donde según datos de 2018 de Conatel, el porcentaje de hogares con acceso a redes 4G en las zonas rurales se ubica por debajo del 15%)


  • Cultura del “cara a cara”que reina especialmente en las instituciones financieras de zonas rurales, donde se genera confianza a través de las conversaciones y los tratos en persona, y donde existe un estrecho vínculo entre los cooperativistas y la comunidad, hace que sean más reacias a la migración hacia lo digital.


  • Poca formación en medios digitales que tienen los empleados de las cooperativas, que ya de por sí cuenta con poco acceso a nuevas tecnologías, que exige una inversión importante.


Por qué las cooperativas deberían invertir en digitalización


Según explica el presidente del Incoop, el Lic. Pedro Elías Loblein, los canales digitales permiten mejorar la gestión en las cooperativas. “Ese es un punto que desnudó esta pandemia, es decir, desnudó el poco desarrollo tecnológico en los servicios de las cooperativas, por sobre todas las cosas. Ahí hay que innovar, hay que desarrollar, hay que invertir en eso”, sostuvo.


Con la pandemia muchas de las cifras mencionadas previamente están mejorando rápidamente, aumentando la demanda por opciones digitales. Los bancos y cooperativas recurrieron a limitar el acceso presencial a sus locales para evitar contagios, lo que afectó la capacidad de los cooperativistas, dueños de negocios y clientes de gestionar sus cuentas y transacciones de forma presencial, y aceleró la necesidad de contar con herramientas digitales para poder realizar transacciones a distancia.

Como señala el informe “Tendencia de Consumo Covid-19 Paraguay 2020” de la consultora Mentu, 6 de cada 10 personas trabajan desde casa. Al tener menor movilidad, contar con herramientas para llevar a cabo las mismas actividades previo a la pandemia pero a distancia, se vuelve fundamental.


A través de los canales digitales, es posible acortar la brecha que hoy existe en muchas comunidades y acercar a las cooperativas a sus clientes, e inclusive ampliar su alcance. Pero si esta transformación no empieza a impulsarse, los bancos y las cooperativas ya digitalizadas comenzarán a ganar terreno y a ocupar espacios que antes tenían las cooperativas más pequeñas.

Mediante la digitalización, las instituciones financieras brindan formas más convenientes de uso para sus clientes, fomentando la lealtad, sin tener que comprometer sus valores fundacionales. Permiten ahorrar tiempo a sus clientes, quienes pueden hacer gran parte de sus transacciones diarias desde el smartphone o la computadora.

Los beneficios también se aplican a las cooperativas


La digitalización sin dudas les permitiría a las cooperativas ahorrar más dinero en procesos burocráticos, en los locales, en el uso de papel, etc., pero además, provee una forma eficiente y rápida de detectar fraudes y problemas en las transacciones de los usuarios.


La competencia se irá intensificando a medida que mejore el acceso a internet y la oferta digital, y a medida que los jóvenes se conviertan en los principales motores de la economía paraguaya. Las demandas cambian con el tiempo, y para mantenerse actuales, también tendrán que hacerlo las cooperativas.

Existen muchos retos aún para hacer realidad el sueño de la digitalización total, pero la pandemia está actuando como catalizador, forzando a las instituciones financieras a encontrar maneras de conectar con sus usuarios de otras maneras.

Volver
al principio